Cuando estás programando un viaje, además de gestionar la documentación obligatoria, debes procurar que tu mascota se sienta lo más cómoda posible durante el trayecto y la estancia, disminuyendo su estrés del viaje en la medida de lo posible.
Equipaje
Igual que cuando nosotros viajamos, piensa en cómo llevar sus cosas del día a día que harán su estancia en destino más agradable, como la cama, comedero y bebedero, cepillo, golosinas… Además es positivo tener en cuenta, tanto durante el viaje como en el destino, que tenga consigo su manta o juguete favorito para que, de alguna forma, se sienta como en casa.
Alimentación
Es preferible que tu mascota haga el viaje en ayunas para evitar los mareos causados por el vaivén del vehículo, pero sin olvidar darle agua con cierta frecuencia para evitar que se deshidrate, sobre todo si viajamos en verano. Se aconseja no cambiar la dieta en el destino, sino llevar su comida habitual para evitar posibles problemas gástricos.
Veterinarios y prevención de enfermedades
Siempre que salgas de viaje, es sensato que antes de iniciarlo consultes a tu veterinario si debes administrar a tu mascota algún medicamento o antiparasitario antes de iniciar el viaje, dependiendo de la zona a la que vayáis a viajar.
En este sentido, es conveniente que anotes el número de tu veterinario y que hagas una lista con clínicas de urgencia 24 horas del lugar de destino para poder actuar con rapidez en caso de emergencia.
Durante el viaje
Durante el trayecto, es aconsejable parar cada dos horas para que tu mascota se estire y haga sus necesidades.
Si tu mascota es muy inquieta y no para de moverse, es muy beneficioso “cansarle” antes de la salida. Para ello, puedes darle un gran paseo y que haga un poco de ejercicio antes de iniciar el viaje. De esta forma su estrés se verá reducido y estará más calmado. Evita tranquilizarle con sedantes, pues podemos crear dependencia a estos fármacos cuando realmente podemos relajarle simplemente con una gran caminata y una buena actitud por nuestra parte, cuidando nuestro tono de voz y el lenguaje corporal.
En coche
La Dirección General de Tráfico prohíbe llevar a los animales sueltos o en el asiento delantero del vehículo por el peligro que representan para la conducción. Te detallamos alguna de las formas con las que puedes viajar con tu mascota:
Transportín: aunque parezca que lo estamos encerrando, lo cierto es que el animal sólo se va a sentir enjaulado si nosotros le transmitimos esa sensación, ya que puede sentirse seguro y cómodo si en lugar de comunicarle inseguridad y tristeza, le dejamos que entre solo y que se habitúe para que no lo vea como un castigo.
En el caso de los gatos, el transportín es el método más adecuado. No olvides que cada cierto tiempo hay que parar y dejar que salga para que se estire y beba agua. La colocación del transportín dentro del vehículo depende de nuestras preferencias, pero está comprobado que lo más seguro es llevarlo en el maletero, preferiblemente sin la bandeja para que haya mejor ventilación, o en el suelo de los asientos traseros.
Si se trata de un perro y prefieres algo que le permita mayor movimiento, un arnés sujeto al cinturón de seguridad es un sistema confortable y seguro, sobre todo si tu perro es pequeño. En Mascot tenemos una amplia colección de correas de seguridad para viajar en coche, donde además puedes elegir la que más se adapte a tu gusto.
Evita que saque la cabeza por la ventanilla pues, además de la posibilidad de que choque con algún elemento o vehículo, puede contraer enfermedades como otitis o conjuntivitis.
En el caso de que tu mascota es muy grande o los asientos estén ocupados, deberá viajar en el maletero, contenido con redes o barreras de metal para que no salga del habitáculo en caso de frenada brusca o colisión.
Y recuerda que nunca debes dejar a tu mascota dentro del coche sola durante mucho tiempo ya que, aun teniendo las ventanillas abiertas, puede hacer demasiado calor y deshidratarse.
Otros medios de transporte
En barco: es importante que tu mascota se relaje haciendo ejercicio antes de embarcar y que viaje en ayunas, ya que hay muchas de ellas son propensas a marearse en los barcos. En este caso, puedes suministrarle un medicamento antimareo, siempre y cuando esté recomendado por el veterinario.
En avión: es imprescindible conocer la normativa del aeropuerto en cuestión, como en AENA. Siempre se debe hacer la reserva con tiempo, ya que las aerolíneas limitan el número de animales permitidos en cada vuelo. Además, es importante informarse antes de las restricciones en cuanto a razas y tamaños, los documentos que requieren algunas compañías aéreas, como puede ser un certificado de salud expedido con 10 días de antelación, y el tipo de jaulas y transportines homologados para aviones, que han de ser suficientemente altos para que la mascota se ponga de pie y con la ventilación adecuada para que no tenga demasiado calor.
En tu destino
Cuando llegues a destino, permite a tu mascota que se relaje dando un paseo y explorando la zona, para que poco a poco se vaya habituando al nuevo espacio. Te aconsejamos no dejarle solo en una zona desconocida nada más llegar, ser cuidadoso con las cosas que se encuentren en el suelo y que pueda ingerir, y acordarse de los parásitos que pueda encontrarse en el lugar y que puedan transmitirle enfermedades.
