La llegada de un bebé a casa, ¿qué hacemos con nuestro perro?

La llegada de un bebé a casa, ¿qué hacemos con nuestro perro?

La llegada a casa de un bebé siempre es un acontecimiento único y nuevo para todos los miembros de la familia incluida la mascota del hogar. Nuevos olores, sonidos y objetos se darán cita en el núcleo familiar y supondrán cambios considerables en el día a día, por ello, es conveniente seguir un proceso de adaptación tanto en los meses previos al nacimiento como en los posteriores.

Claves:

  1. Modificaciones de la rutina:

Hay que ser consciente de los cambios que supondrá en la rutina habitual la llegada del bebé. Estos cambios, en el día a día pueden ser introducidos meses antes del nacimiento para que el animal vaya acostumbrándose. No hay que hacerlo de manera brusca. Analiza tu día a día con el animal y piensa cómo será cuando el bebé esté en casa, haz un cuadrante de horarios y ve introduciendo poco a poco nuevas rutinas. No hablamos de eliminar comportamientos como juegos o actividades físicas, hablamos de adaptarlos en la medida de lo posible para compatibilizar el tiempo que dedicarás al bebé y el tiempo que dedicarás al perro.

Los cambios bruscos en tu comportamiento hacia el perro no son convenientes.

Si consideras que en un principio la actividad física del perro se verá reducida drásticamente sería conveniente que te plantearas la contratación de los servicios de un paseador de perros. Sobre todo en los primeros días. Un paseador de perro puede ser la opción ideal para mantener el nivel de actividad óptimo en el perro, si no vas a poder satisfacer sus necesidades de ejercicio.

  1. El mundo de los niños

Puede ocurrir que el perro haya tenido contacto con niños y bebés desde cachorro y ya esté acostumbrado a su olor o a sus sonidos, sin embargo de no ser así, el animal puede encontrar realmente sorprendentes muchos de los estímulos relacionados con el bebé y por ello te aconsejamos seguir estos pasos:

Enseña al animal las cosas del bebé

Antes de presentar el bebé al perro, enséñale la habitación del bebe, sus cosas, la zona de cambiar los pañales, etc. para que se vaya familiarizando con los nuevos estímulos.

Establece límites

Lo mejor es que establezcamos lo limites antes de que llegue el bebé. Hay que enseñarle al perro que existe una barrera invisible en la habitación del bebé que tiene prohibido cruzar al menos que le den permiso, conforme vaya pasando el tiempo podemos dejar que el perro explore y olfatee algunas de las cosas que están en la habitación del bebé pero siempre supervisándolo y decidiendo cuando se tiene que retirar. Este ejercicio lo tenemos que repetir varias veces antes de la llegada del bebé para que el perro sepa que tiene que respetar esa habitación.

Enseñarle el olor de bebé

Cuando haya nacido el bebe, lleva a casa ropa que haya usado para enseñarle el olor al perro. Así podrá familiarizarse con los nuevos olores.

Algunas recomendaciones para la presentación:

  • Puede ser una buena idea llevar a dar un largo paseo al perro, justo antes de la presentación. De este modo podremos estar seguros de que el animal tiene poca energía y está tranquilo. Cuando lleguemos a casa con el bebé, tenemos que estar seguros de que el perro esté en un estado de tranquilidad y sumisión.
  • Cuando entremos a la casa, el perro percibirá el nuevo olor el cual ya será algo familiar por las prendas de bebé que antes le hemos enseñado. La persona que sostenga al bebé tendrá que estar en completa calma y permitir que el perro huela al bebé.
  • Si se muestra tímido o miedoso, acarícialo y háblale suavemente. Anímalo a que se acerque pero no lo obligues.
  • Recuerda que siempre hay que supervisar al bebé o a los niños pequeños cuando estén con un perro o las demás mascotas. No es recomendable dejarles solos porque los animales, curiosos por naturaleza pueden intentar subirse donde esté el bebé y hacerle daño con las patas sin querer.
  • También recuerda que hay que enseñar a los niños a respetar a los animales y a que no los molesten. Los momentos de comida y descanso del animal son sagrados.
  • Y también a ir asumiendo responsabilidades proporcionales a sus posibilidades y edad puede ser un aprendizaje muy valioso: colaborar en poner la comida o llevarlos de paseo o al veterinario. Convivir con animales siempre es una experiencia muy enriquecedora.