En el criadero o en el centro de acogida: cosas a tener en cuenta

En el criadero o en el centro de acogida: cosas a tener en cuenta

La mejor edad para comprar o adoptar un perro es alrededor de las ocho semanas de vida, por dos motivos:

  1. Porque a esas dos semanas se ha completado el destete.
  2. Porque habrá superado, junto a sus hermanos y madre una fase muy importante del desarrollo y que marcará su carácter durante toda su vida: la sociabilización con sus congéneres.

Si optamos por un perro de raza pura y con pedigrí, es importante adquirirlo en un criadero profesional, serio y con garantías. Debemos exigir factura y un certificado veterinario que acredite que el animal está sano en el momento de la venta.

Además, tanto para perros comprados como para adoptados, prestaremos atención a una serie de signos que nos pueden ayudar a determinar si un cachorro está enfermo:

  • Nos fijaremos si está sucio, si le falta pelo en algún sitio o si se rasca o sacude demasiado.
  • Miraremos sus ojos, deben ser claros y brillantes. Un poco de legaña es normal, pero las costras o suciedad pegadas alrededor del ojo –donde empieza el pelo- puede deberse a una supuración anormal.

Foto: Rafa Puyana

  • Hay que observarlo de pie, a ver si está alegre o se tumba constantemente.
  • Debemos mirar si las orejas están rosadas en su cara interna: un oído sano debe tener un color rosa claro, sin secreciones ni costras, y no debe expeler olor.
  • Hay que examinar los dientes y las encías abriendo suavemente la boca o levantando los labios. Las encías deben estar rosadas. Los dientes en la mayoría de los perros, tienen una mordida en forma de tijera, es decir, la cara interna de los incisivos superiores descansará sobre la cara externa de los incisivos inferiores.

Foto: Bev Lloyd-Roberts

  • Debemos vigilar si el perro padece estrabismo.
  • La zona anal –debajo y alrededor del rabo- debe estar bien limpia y seca, sin restos de heces, que puede ser indicativo de que se ha sufrido una diarrea.
  • El pelo debe estar limpio y brillante.
  • Si es macho, debemos comprobar que los testículos han descendido del abdomen a la bolsa escrotal (debe suceder en la octava semana de vida). La criptorquidia (cuando esto no sucede) no causa ningún síntoma, pero estos testículos se verán sometidos a temperaturas más elevadas y pueden desarrollar tumores cuando el perro se haga mayor. Además, es un problema hereditario.

 

Foto: Agastecheg

Por último, para tomar al cachorro y transportarlo, lo cogeremos con firmeza y seguridad, pero de modo que se encuentre a gusto. No se nos puede caer de los brazos. Debemos evitar que forcejee. Lo mejor es colocar una mano por debajo de su pecho y de las patas anteriores; la otra mano, alrededor de su cadera y sus patas traseras. Así estará apoyado en nuestro brazo y pegado al pecho, lo que le hará sentirse seguro. Podemos llevarlo en un transportín pero en ningún caso paseando por la calle, ya que puede no estar vacunado, y en ese caso, cualquier cosa o animal que esté por la calle supone un peligro.